Entrega Premio

"Raúl Aceves 2022".

Periplos Literarios

Revista del PEN Centro Guadalajara .

Censura y Autocensura

Encuentro de escritoras latinoamericanas

Galería Tokiota

Congreso Mundial Pen en Tokio 2010

viernes, 19 de septiembre de 2025

Cuando la cultura no sirve para nada

 

Cuando la cultura no sirve para nada

(y por eso lo es todo)

Por María Alejandra Padilla




Nos enseñaron que la cultura no sirve para nada. Que el arte no da de comer. Que las humanidades son un lujo decorativo. Nos educaron en la lógica de la utilidad, donde todo lo que no produce ganancia es visto como un gasto, una pérdida de tiempo. En ese sistema de pensamiento, la cultura se convierte en algo marginal, y lo humano se reduce a su función.

Y sin embargo, cuando todo se rompe —cuando experimentamos una crisis, un duelo, cuando vivimos en guerra o aislamiento— lo que nos salva no es la eficiencia, ni la producción, ni la velocidad. Lo que nos sostiene es la poesía, la música, la memoria, los rituales. Lo que nos abraza es eso “inútil” que llevamos dentro, y que sin embargo nos hace profundamente humanos.

Esa es la paradoja de la cultura: no sirve para nada... y sin embargo lo sostiene todo.

No es solo una paradoja social. También lo es en las organizaciones, donde paso mis días. Porque así como en la sociedad la cultura se expresa en el arte, las costumbres, los modos de habitar, en las organizaciones se manifiesta en las prácticas, los símbolos, los vínculos. Pero allí también corre el riesgo de volverse herramienta. De reducirse a un “recurso” al servicio de la rentabilidad. De perder su potencia transformadora cuando se la utiliza únicamente para generar una utilidad.

¿Y qué pasa cuando la cultura pierde su raíz? Cuando se transforma en adorno, en cliché, en protocolo… lo que queda es vacío. Las personas se materializan. Se convierten en capital humano. El alma de la organización se adormece.

La raíz de la cultura organizacional está en las personas, y más aún en la esencia de quienes lideran. No es un activo que se gestiona, es una vivencia que se encarna. Es el modo en que una organización decide mirar al mundo, vincularse con su entorno, dar lugar a lo inesperado. Y cuando esa mirada se desconecta de lo humano, cuando se prioriza el control por sobre el cuidado, lo medible por sobre lo vivible, entonces emerge la enajenación. Se trabaja mucho, se produce mucho, pero se habita poco y con el tiempo inevitablemente se acaba produciendo poco.

Byung-Chul Han, al hablar de la sociedad del rendimiento, señala que ya no es el poder externo el que oprime, sino la presión interna por autoexplotarse, por ser más productivos, más eficientes, más útiles. En esa lógica, todo lo que no encaja en la categoría de “útil” es descartado. Incluso lo humano.

Pero lo humano no puede medirse con los mismos indicadores que la productividad. No se trata de romantizar el desorden, sino de recuperar el sentido. Porque como dice Silvia Rivera Cusicanqui, hay saberes que no se piensan, sino que se sienten y se viven. Saberes sentipensantes. Y las organizaciones necesitan también ese tipo de saber, ese que no aparece en los balances pero que se intuye en el ambiente, en los gestos, en las ausencias.

Las culturas —las sociales, las organizacionales— se sostienen cuando están vivas, no cuando son útiles. Y sin embargo, una cultura viva puede transformar profundamente lo que entendemos por utilidad. Puede reordenar prioridades, redefinir lo que se considera valioso. En otras palabras, puede hacer que lo esencial vuelva a importar.

Y cuando eso sucede, algo poderoso ocurre: los resultados también llegan. Porque las llamadas organizaciones de alto desempeño no son aquellas que exprimen más a su gente, sino las que logran generar contextos humanos donde las personas pueden desplegar lo mejor de sí. Son organizaciones que alcanzan resultados extraordinarios no a pesar de cuidar su cultura, sino precisamente porque la ponen en el centro. Intervienen en lo humano, en lo simbólico, en lo profundo. Y es desde ahí, desde esa cultura viva, emergen la innovación, la colaboración, la resiliencia.

Por eso sensibilizar en las organizaciones no es un acto blando, ni naïf. Es un acto político. Es mirar a las personas no como engranajes sino como portadoras de mundo. Es comprender que cada quien trae consigo una historia, un lenguaje, una tierra, una herida, y que desde ahí también se construye lo colectivo.

En momentos en que todo se vuelve número, dato, métrica, es urgente recordar que lo que da sentido a nuestras vidas no se puede graficar. Lo que nos salva —como personas, como organizaciones, como sociedades— es justamente aquello que no sirve para nada: cantar, escuchar, reír, hacer silencio, mirar sin pedir resultados.

Recuperar esa dimensión no implica abandonar la utilidad, sino ponerla en su lugar. Como consecuencia, no como norte. Como una posibilidad, no como una imposición.

Porque las culturas que sobreviven no son las más eficientes, son las que saben cuidar.

Y quizás de eso se trate: de volver a cuidar. Lo que somos. Lo que hacemos. Lo que compartimos. Aunque no sirva para nada. O justamente por eso.

viernes, 30 de mayo de 2025

Cuarto de siglo ** CONVOCATORIA**

 

 


Una práctica común en los escritores son sus apuntes de viajes, o crónicas de espacios que visitan; algunos de esos escritos han pasado a formar parte de la literatura en Latinoamérica.
El Centro Pen Guadalajara, con el ánimo de incentivar la creación literaria, y teniendo como tema principal las ciudades que habitamos,

CONVOCA

  1. A los escritores pertenecientes a los diferentes centros PEN Latinoamérica a que envíen textos (ensayo, diario de viaje, semblanza urbana, canción o corrido) motivados por la ciudad que habitamos, vista a través de sus barrios, fiestas, personajes, o sucesos ocurridos durante los primeros 25 años del s. XXI.

 2.Los temas arriba mencionados pueden ser desarrollados de manera libre o bien motivados por imágenes: pinturas, grabados, o fotografías que aludan a esos temas y sean motivo de la narración. En caso de ser necesaria la fotografía, ésta debe ser enviada en archivo Tiff o JPG; propia o con la autorización correspondiente para ser reproducida.

 3. Los textos deben ser inéditos, y tener una extensión de 100 a 3 000 palabras, presentados en letra Arial de 12 puntos, a espacio 1.5. Asimismo, en archivo aparte, se enviará una semblanza del autor con una extensión máxima de 10 líneas,

 4. Para seleccionar los textos que integren la compilación final se formará un consejo lector integrado por 5 miembros de los diferentes centros PEN de Latinoamérica, que den la calidad y pertinencia de los textos propuestos

 5. Centro Pen Guadalajara se compromete a realizar las gestiones necesarias para su publicación digital e impresa.

  6. Se abre el periodo de recepción de textos a partir del 1 de mayo de 2025 y se cierra en 30 de noviembre de 2025. Se deberán enviar los textos a las siguientes direcciones: pen.guadalajara@gmail.com y ruthlevyv@gmail.com
 
Se emite en Guadalajara, Jalisco, México, el 4 de marzo de 2025

miércoles, 21 de mayo de 2025

Memorias del PEN Guadalajara: de noviembre de 1994 a mayo de 2025

 

Por Martha Cerda

 



1- De la fundación del PEN Guadalajara

 

Comencé a leer muy pequeña, especialmente cuentos.

Poco a poco fui ampliando mi repertorio de lecturas y empecé a soñar con ser escritora. A la par leía revistas y periódicos pues me interesaba todo lo concerniente a la vida de los escritores. Así fue como me enteré que existía una asociación de escritores y periodistas de todo el mundo conocida como PEN Club: “Poetas, Ensayistas y Narradores”, por sus siglas en inglés, y cuyos principios son: La defensa de la libertad de expresión, y la promoción de la literatura, a través de cuatro comités: el de Escritores en prisión, el de la Paz, el de Traducción y Derechos Lingüísticos, y el de Escritoras.

En la ciudad de México existía un centro del PEN al que pertenecían los escritores más importantes de entonces.

            Con esfuerzo y disciplina logré mi sueño de ser escritora, pero no dejaba de pensar en el PEN Club.

Yo vivía, y siempre he vivido en Guadalajara, y he sido enemiga acérrima del centralismo; cuestionaba el porqué los escritores de provincia no podíamos obtener las mismas oportunidades de los de la capital. En este caso tener nuestro propio PEN Club.

Mientras tanto, mi carrera como escritora iba en ascenso, ya se habían publicado varios de mis libros que habían tenido éxito cuando supe de una convocatoria del National Endowment For the Arts. Consistía en una beca para una residencia por tres meses en Estados Unidos, en un lugar llamado Port Towsend cerca de Seattle. Mandé mi solicitud y resulté beneficiada. La beca también incluía una gira por varias ciudades de los Estados Unidos. Los organizadores me preguntaron qué me interesaba hacer en cada ciudad y con quién quería entrevistarme. En Los Ángeles pedí ver al doctor Seymour Menton, un reconocido crítico literario, y en Nueva York pedí conocer a alguien del PEN Club pues tenía interés en saber más de ellos y, eventualmente, afiliarme a él. Ese alguien resultó ser la escritora María Arrillaga, del PEN de Puerto Rico, que residía en Nueva York. Estuvimos platicando y finalmente le expuse mi interés en fundar un centro PEN en Guadalajara. Ella me aconsejó hablar con Lucina Kathmann, del PEN de San Miguel de Allende y me recomendó con ella. Lucina comprendió mi intención y junto con su esposo Charly consiguió que me invitaran al congreso del PEN, en la ciudad de Praga, para proponer la creación de un centro en Guadalajara. Las propuestas de nuevos centros deberían ser aprobadas por la asamblea general reunida en un congreso. Con el apoyo de Lucina la asamblea aprobó mi propuesta y regresé a Guadalajara a poner en marcha mi proyecto. Era el mes de noviembre del año 1994.

Para fundar un centro del PEN debía haber por lo menos veinte miembros. Entre los primeros miembros del PEN Guadalajara estuvieron Ernesto Flores, Gloria Velázquez, Luis Mario Cerda, Mario Heredia, Gabriela Hernández, Noemí Mejía, Rosaura Saucedo, Elsa Levy, Leticia Villagarcía, Ruth Levy, y otros más. Algunos de estos escritores han continuado su carrera exitosamente, como Mario Heredia, otros, lamentablemente, ya fallecieron.

Durante mi cargo como presidenta del PEN Guadalajara fundamos la revista Periplos, que editaba Luis Mario Cerda, ahí publicamos escritores de todo el mundo, como Angelina Muñiz Huberman, Ilan Stavans, al que tuvimos que traducir del inglés y muchos escritores locales. La revista llegó a 12 números.

 

2- Congresos del PEN

 

El primer Congreso Mundial del PEN fue en Londres, en 1923.

 

El 1995, el 62 congreso del PEN fue en Perth, Australia, al que asistí y salí con una nueva responsabilidad.

Resultó que el centro que iba a organizar el congreso de 1996 se excusó, no podía hacerlo. Ante esa noticia la mesa directiva preguntó quién podría hacerlo y yo, atrevidamente, me ofrecí a organizarlo en Guadalajara, mi propuesta fue aceptada.

Así fue como se llevó a cabo por primera vez en México un congreso del PEN Internacional, del 7 al 13 de noviembre de 1996. Fue el congreso número 63 desde que se iniciaron los congresos del PEN.

Cada congreso tenía un tema sobre el que debían discutir los delegados. El tema del congreso de Guadalajara fue: “Literatura y Democracia”.

Fue un año de trabajo arduo que realicé prácticamente sola, mi única ayuda fue la de mi hermano Luis Mario Cerda.

Tuve que contratar hoteles, conseguir patrocinadores, contratar la traducción simultánea (las mesas eran en inglés, tenían que traducirse al francés y al español), recibir las inscripciones, etcétera. También organicé la presentación del Ballet Folklórico en el Teatro Degollado, cenas en haciendas, una cena en Tlaquepaque donde, en una visita a la galería de Sergio Bustamante, dos delegados se cayeron, se fracturaron los pies, y hubo que atenderlos.

Asistieron 300 escritores de todo el mundo, más los invitados locales. El presidente del PEN Internacional era Ronald Harwood, guionista de la película “El pianista”, por el que ganó un Oscar.

El hotel Presidente Intercontinental fue la sede del congreso y tuve el apoyo incondicional de Cecilia Wolf Madero, directora de Cultura de Zapopan, que entre otras cosas nos proporcionó los autobuses para trasladar a los delegados a los diferentes eventos, así como protección policial. Zapopan fue el municipio que más nos ayudó a través del presidente municipal: doctor José María Hernández Quintero.

El congreso fue un acontecimiento local, nacional y mundial; es recordado como uno de los mejores que ha habido. Una de las conquistas logradas fue la aprobación del español como uno de los tres idiomas oficiales del PEN.

 

Posteriormente continué asistiendo a congresos y conferencias del PEN en representación del PEN Guadalajara.

 

     1996: a la conferencia de Escritores en Prisión en Copenhague, Dinamarca, al que fui acompañada por la doctora Lupita García Barragán.

     1997: 64 Congreso del PEN en Edimburgo, donde conocí a Mario Vargas Llosa. Tema: “Identidad y Diversidad”.

     2000: 67 Congreso del PEN en Moscú, donde fui nombrada presidenta del Comité de Escritoras del PEN Internacional. Tema: “Libertad de Crítica. Crítica de la Libertad”.

     2000: Primer Encuentro de Centros PEN de América Latina, en Miami, organizado por el Centro PEN de escritores cubanos en el exilio.

     2003: 69 Congreso del PEN, en la ciudad de México. Tema: “Diversidad Cultural y Libertad de Expresión”.

     2003: Conferencia del PEN Internacional en Bellagio, Italia, con el patrocinio de la Fundación Rockefeller.

     2004: Aniversario del Premio Nobel de la Paz en Tromso, Noruega.

     2007: Luis Mario Cerda asistió al 73 Congreso del PEN en Dakar, Senegal. Tema: “El mundo y los valores humanos”.

     2008: 74 Congreso del PEN en Bogotá, Colombia. Tema: “El rol de la palabra”.

     2009: Festival “Libera la palabra”, organizado por el PEN Guadalajara en la FIL, donde se rindió un homenaje al escritor José Emilio Pacheco con la presentación de la doctora Diana Valencia. El día del homenaje coincidió con el día en que le comunicaron que era el nominado para el Premio Cervantes. Yo creí que José Emilio no se presentaría al evento, pero llegó puntual y sencillo como si no acabara de ser nombrado el ganador del premio más importante de las Letras en castellano.

     2010: Festival “Libera la palabra”, en Santiago de Compostela, organizando por el PEN de Galicia.

     2010: 76 Congreso del PEN en Tokio, al que también asistió Luis Mario Cerda. Tema: “El medioambiente y la Literatura. ¿Qué pueden hacer las palabras?”


 


4- Como presidenta del Comité de Escritoras del PEN Internacional organicé varios encuentros de escritoras en Guadalajara con el apoyo de la UNESCO. El tema era “Censura y autocensura”, uno de los problemas a los que se enfrentan las mujeres al escribir y publicar.

 

5- Entre 2010 y 2016, el PEN Guadalajara entró en un periodo de calma, necesitábamos un nuevo presidente que inspirara respeto y fuera reconocido intelectualmente. En 2017 pensé en el doctor Arnulfo Velasco, le propuse la presidencia y aceptó. La mesa directiva estuvo conformada por él, la escritora Elvira Martínez como secretaria, y la contadora Alejandra Maraveles como tesorera. En abril de 2020 tomó posesión la doctora Ruth Levy como secretaria, cuando Elvira Martínez se fue a vivir a Ajijic. A partir de entonces nuestra querida Ruth, con su entusiasmo, su carisma y su espíritu de servicio, fue el alma del PEN Guadalajara durante la pandemia de COVID-19; además de que propuso y concretó la revista virtual Periplos Literarios, que coordina hasta la fecha y se han publicado ya ocho números..

En el periodo de la presidencia del doctor Arnulfo Velasco, siete años, realizamos acciones importantes: instituimos el “Galardón Raúl Aceves a la Excelencia Literaria”, que se otorga a un escritor de un centro del PEN de América Latina y se entrega en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El galardón lleva el nombre en honor del poeta jalisciense Raúl Aceves y consiste en una medalla de plata y un reconocimiento con el nombre del galardonado. La primera preniada fue la escritora argentina María Lanese; el segundo fue el escritor Víctor Sahuatoba, del PEN de San Miguel de Allende; el tercero fue el poeta Jorge Orendain del PEN Guadalajara, y la de 2024 la escritora Mayrín Cruz Bernal del PEN de Puerto Rico.

Otras personas que colaboraron mucho fueron el poeta Jorge Luis González, que se encargaba de los trámites del galardón con la FIL y Martha Margarita Sandoval que conseguía el alojamiento para él o la galardonada.

En ese tiempo también se propusieron, con la ayuda del arquitecto Arturo Méndez Licón, los famosos Altares de muertos, el 2 de noviembre, en memoria de los periodistas asesinados. Arturo organiza, coordina y ejecuta todo el arreglo, y la periodista Laura Castro Golarte escribía las semblanzas.

Otra de las actividades del centro, instituidas en ese tiempo, son las lecturas de obra mensuales de los miembros del grupo.

En 2018 se publicó el libro “México hoy”, una antología de textos literarios de los tres centros del PEN que existían entonces en México: el de la ciudad de México, el de San Miguel Allende y el de Guadalajara. La edición incluía textos en inglés y español en tres géneros: Poesía, Ensayo y Relato. Fue publicada por la editorial La Zonámbula, que dirige el poeta Jorge Orendain.

En agosto de 2024 se retiró el doctor Arnulfo Velasco.

 


6- En la actualidad el Centro Guadalajara del PEN Internacional se ha renovado. El presidente es otro distinguido intelectual jalisciense, el doctor Arturo Camacho, la secretaria la ingeniera Lizbeth Sánchez, y la tesorera la contadora Alejandra Maraveles. Yo funjo como presidenta emérita.

Además, han ingresado nuevos miembros como el doctor Juan Hernández Senter, la doctora Celia del Palacio, la maestra Ana Rosa González, la escritora Alejandra Padilla y el talentoso pintor y escritor Giácomo Ricaño, primer miembro joven de nuestro centro. También se han formado dos comités, el de Escritoras, al que pertenecen Gulnara Molina y Martha Margarita Sandoval y el de Escritores en prisión, donde participan Ruth Levy y Celia del Palacio. Ambos comités muy activos.

Aunque hemos continuado con el Galardón, la revista, y las lecturas mensuales de los miembros, el doctor Arturo Camacho tiene varios proyectos, quiere constituir al Centro Guadalajara del PEN como una asociación civil; también propuso la creación de un libro que llevará el título de Cuarto de siglo, con historias de la ciudad. Se ha invitado a los centros del PEN de América Latina a participar. Otro de sus proyectos es redactar los estatutos del centro. Y otro más reclutar escritores jóvenes que aporten nuevas ideas y garanticen la continuidad de nuestro centro, lo que está a tono con los tiempos ya que en el PEN Internacional se acaba de crear un nuevo comité, precisamente el Comité de Escritores Jóvenes.

El ambiente actual entre los miembros es muy cordial; asistimos a un desayuno mensual en el restaurante Camilos 333 en el que convivimos como amigos.

 

No me resta más que agradecer a todos los que han formado parte de este proyecto de noviembre de 1994 a mayo de 2025: a Luis Mario Cerda, al doctor Arnulfo Velasco y en especial a la doctora Ruth Levy.

Y por supuesto desearle mucho éxito en su gestión al doctor Arturo Camacho y larga vida al PEN Guadalajara.

 

 

 

 

lunes, 7 de abril de 2025

Desayuno 5 de abril 2025

 Entre las actividades de convivencia del Centro Pen Guadalajara, se están efectuando desayunos para los miembros del centro y sus acompañantes. 

El sábado 5 de abril, se realizó el más reciente. 





Presentación del "Canto Encarcelado" de Lizbeth Sánchez Vega

 


El pasado viernes 28 de marzo, se llevó a cabo, la presentación del libro "El canto encarcelado" de nuestra compañera escritora Lizbeth Sánchez Vega, se unieron en la presentación, Alejandra T. Pichardo y Arturo Méndez Licón. 

La presentación, se realizó en las instalaciones de la Escuela de Escritores Sogem Guadalajara, donde estuvieron con ella, maestros, amigos y familiares.




















viernes, 28 de marzo de 2025

Lectura de Obra Jorge Luis González y Gulnara Molina




 El pasado jueves 27 de marzo, se efectuó la lectura de obra de nuestros miembros escritores: Jorge Luis González y Gulnara Molina.

La actividad estuvo presentada por Diana Valencia. 








jueves, 13 de marzo de 2025

Ser o no ser por Alejandra T. Pichardo

 

Imagen de Birgit en Pixabay


Los perros tienen pulgas,

las personas tienen problemas.

Charles Bukowski

 

Allí va ese hombre otra vez, como todas las mañanas, oliendo a maderas; me mira porque no hay nada más que mirar en la calle. Lo advierto de reojo cuando estoy echado, descansando; parece tener agotamiento en sus ojos, quizá no pasó buena noche, o a lo mejor así es su mirada. A veces quisiera extenderle mis manos; percibo que necesita un abrazo o un gesto de confort, se nota ermitaño y su soledad me llega como un hueso podrido que me sabe mal; la imagen de su cara la tengo presente todo el día, cuando me escondo de las pedradas, cuando protagonizo una pelea callejera o cuando me divierto con mis colegas; creo que él no tiene amigos, nunca he visto que alguien visite su hogar, todo el tiempo lo he visto solo, con su mirada apagada; ni siquiera se da cuenta que a diario lo espero cuando regresa a casa. Me he acostumbrado a mirarlo, voy a su encuentro a la esquina donde todas las mañanas aborda el camión, me hago el dormido y espero, pasa el tiempo y aparece; bostezando, cabizbajo, muerto de hambre, abatido; y me regresan las ganas de abrazarlo, pero me sigo haciendo el dormido. No sé cómo comenzó todo, cuándo ocurrió este sentimiento hacia él, simplemente un día lo vi salir de su hogar y, estoy seguro que me sonrió, o así lo pensé, no sé, pero sentí agrado; lo vi tan indefenso, con ese olor inconfundible que penetra mi nariz de sabueso; con ese caminar presuroso como buscando un lugar o un destino; y luego ya no he podido alejarme de aquí. Me han invitado a un lugar de trabajo, se rumorea que existe una granja, allá, a las afueras del pueblo y que hay gallinas, patos, cabras, caballos y con suerte algunos gatos; comentan que el dueño anda en busca de perros callejeros  para que cuiden de ella; dicen que se come bien y que el agua abunda como en un río, que si me doy prisa aún puedo encontrar un lugar para mí, pero no es eso lo que quiero; ya no vería a ese hombre cuando la tarde esté por caer, ya no olfatearía su aroma como todas las mañanas, entonces tendría que buscar nuevos olores en aquella granja, correría entre los arboles de un lado a otro para captar el fresco del amanecer como su fragancia; la paja me parecería estar mirando su pelo castaño, y luego su mirada, su tonta mirada. ¿Qué haré allá sin prestar atención a sus ojos opacos? ¿y su caminar arrastrado?  Ni los pasos de una cabra ni la de los caballos serían igual.

 

    Allí está ese perro otra vez, levantando su nariz cuando paso cerca; como todas las mañanas, me ve de reojo y sigue echado, su mirada doliente me desconcierta, ha hecho frío por las noches, tanto que tengo que echar otra cobija; me he despertado por las madrugadas pensando en él, ¿dónde estará durmiendo? ¿Se meterá debajo de ese auto abandonado? Quizá me preocupo por estupideces, es sólo un perro callejero, pero se ve tan solo, tan afligido. ¿Algún día habrá tenido amo? Tal vez sí, pues los perros no llegan solos a la calle.  A veces quisiera hablarle, hacerle cariños, ponerle un nombre; quizá lo llamaría güero o bigotes, le hablaría al salir de casa rumbo al trabajo: qué tal, bigotes, ¿cómo pasaste la noche?                                                                         Se ve tan hambriento, tan sediento; Sería necesario guardarle algo de comida y ponerle un  pocillo de agua fresca; pero dicen que a los perros dándoles de comer y de beber se quedan para siempre y yo no quiero que se quede, es más, no quiero problemas ni quiero responsabilidades, al contrario, quisiera ya no verle más, desearía salir un día de casa y que desaparezca de mi camino, sólo provoca que me sienta culpable de su desdicha de ser perro. Su ojeada muda y penetrante me lastima, me sofoca, me despoja de mi poco sentimiento de existencia, su estúpido estado rutinario y poco humano desata la ira de mis entrañas, cómo puede ser que un perro de la calle viva muy tranquilo allí, sin pagar impuestos, sin despertar todas las mañanas y tomar una ducha fría como yo lo hago;  no sé qué hace en las tardes cuando bajo del camión, siempre está en ese lugar, echado, esperando algo, o quizá sólo descansa; los perros descansan todo el tiempo, no como uno, que tengo que trabajar para sobrevivir, no que ellos, sólo sobreviven y lo hacen sin preocupaciones, andan como sea, en la calle, libres, esperando quien les aviente comida, como si con eso fueran felices, tan felices que, el dólar, la inflación, la bolsa y todas esas idioteces que nos afectan, no les importara a ellos, ¿cómo lo sabrían si son perros?, si a ellos no los hunden las tarjetas de crédito; las hipotecas no las conocen, no hay terreno que cuidar, la calle es de ellos, lunes o domingo que más da, ¿dinero en el banco? ¿Para qué? No existen descendientes que peleen su herencia, ¿y cuál herencia? Si nada tienen, no andan por la calle con un celular, ni usan ropas caras, mucho menos conducen un coche último modelo, ¿pagar un funeral? Si su cuerpo se desboronará en el asfalto y con el paso de los coches se irá fundiendo en el cemento.

 

    Ese hombre me ha mirado otra vez, ¿cuánto durará esta rutina?, ¿cuándo será el día que ya no lo vea salir de su casa?, o que ya no regrese por la tarde; entonces juzgaré que ese hombre se ha convertido en perro y que anda por las calles, libre, sin preocupaciones, como uno, como todos ellos con los que juego y peleo; después tendré que seguir a alguien más y él tendrá que hacer lo mismo con otro humano. Me sigue mirando, me intimida su presencia y sus ojos húmedos me dan lástima, parecen decir algo, algo que no entiendo; nosotros no entendemos sus palabras y ellos creen que nos entienden; que ironía ser hombre, ¿qué culpa estarán pagando?, ¿por qué tienen que vivir así? sin libertad, sin amigos fieles como nosotros, ¿por qué cubren su cuerpo con ropas y hacen sus necesidades a escondidas?, ¿por qué existen los tiempos para ellos? y los días los nombran diferentes, si todos valen igual; mañana, tarde y noche; nosotros somos iguales y ellos no lo son, se distinguen por lo que tienen, nosotros no tenemos nada y eso nos hace libres y sin preocupaciones; que desolación ser hombre, nacer hombre y vivir como hombre. ¿Pero qué me importa ese hombre?, si sólo es uno más de ellos, tan insignificantes, tan torpes, siempre tratando de hacer algo bueno por nosotros, ¿para nosotros?, pero, ¿qué?  No hay nada qué hacer, no pretendemos ser nada, únicamente somos perros y ellos sólo son hombres, ellos necesitan de nuestros abrazos, de nuestra lealtad, lo que entre ellos no existe; la buscan y la buscan y se pasan el tiempo y no la hallan. Estúpidos hombres, qué error estarán pagando.

 

    <<¿Un perro?, ¡Pero no me gustan los perros! >>. Qué palabras tan duras las de mi novia, sólo le comenté lo del perro callejero; me dijo que estaba loco, dejándome como tonto y creo que tiene razón, ¿qué haría yo con un perro? ¿Encerrarlo en el patio? Mejor no, que siga viviendo en la calle. ¿Volveré con ella? ¿Volveré con mi novia? Pero es tan superficial, y detesto su forma de ser. Qué manera de pensar la mía, ¿me estaré convirtiendo en uno de ellos? Porque si es así, de una vez gasto lo de las tarjetas y el poco dinero que tengo ahorrado en el banco, ¿y mi casa? Esa que sea mi casa y la de los otros perros; me gusta mi casa, sería cómoda para todos, que felicidad descansar todo el tiempo, me preocuparía sólo por buscar comida; ese perro sería mi amigo, bueno, uno de tantos, mejor dicho, porque todos los perros son amigos. ¿De verdad estaré pensando en comportarme como uno de ellos?, podría comenzar ensayando mi ladrido, pero no, aún no he pensado detalladamente la opción de ser perro; creo que tiene sus limitaciones, pero vale la pena, ¿y si después extraño la vida de hombre? Entonces no habría marcha atrás, o soy perro o soy hombre y sólo tengo una opción y es ser perro, porque hombre ya soy, ¿y si soy los dos? ¿Se podrá?, ellos no pueden ser hombres, pero nosotros si podemos ser perros y hombres, aunque si fuera hombre perro, me llevarían a un manicomio y en un manicomio hay locos y yo sería uno de ellos. Entonces sería hombre, perro y loco; que dilema y trilema: ser perro o ser hombre y ser loco.

 

    ¿Un hombre? Nunca llegué a considerar eso, ¿ser uno de ellos? ¿Qué sería de mí? ¿Vería el futbol? ¿Andaría en coche? ¿Dormiría en una cama? ¿Solo o acompañado?, que pensamientos tan tontos se me ocurren; pero, no sé, son tantas ventajas, que quisiera pensarlo dos veces, ¿y él? ¿Ese hombre sería mi amigo?, platicaríamos todos los días, entenderíamos las mismas palabras; pero… tal vez sería bueno, quizá; tendría una casa como esa que tiene él, usaría traje y me bañaría a diario para ir a un lugar y regresaría por la tarde. Últimamente he soñado en que soy un hombre y despierto creyendo que soy feliz, camino en dos patas, pero después ladro y recuerdo que aún soy perro; aunque ser hombre no es la única opción, puedo ser gato, rata, león, o hasta jirafa; las jirafas son altas y alcanzan a ver todo, pero no andan en coche ni usan traje, además ellas huelen a jirafa y los hombres huelen a maderas, lavanda, flores; a todo, menos a hombre, y nosotros apestamos a perro todo el tiempo. ¿Podría ser perro y actuar como los hombres? Creo que no, me llevarían a un circo y en un circo me tendrían encerrado, y yo no quiero vivir encerrado, entonces sería un perro que se cree hombre cirquero, que conflicto: ser perro o ser hombre y ser cirquero.


     Allí está ese perro que pretende ser hombre, me gusta verlo actuar cuando la función de circo la traen al manicomio.