en una red de líneas que se entrelazan,
en una red de líneas que se intersectan,
Ítalo Calvino
si decidieras mirar a
través de la noche
de viaje fuera de tus
costas,
transitando senderos
sin huella;
te asomaras por
abruptos precipicios
sin temer siquiera al
arrojo,
sin ahogar quizás el
suspiro de caída.
Allá abajo se abruma
la nostalgia
en torno a un momento
de silencio;
descubrirás en el
vacío: el espejo,
recorriendo en
sentido opuesto
tu silueta bañada de
luna,
leyendo con su vista
de sombra
tu rostro envuelto de
preguntas.
Si de imprevisto el
viento acicalado
reptara el risco de
subida,
llevara sus palabras
a tu oreja:
desciende por la
fosa,
surca tu barca entre
filos de angustia,
para contarte del
naufragio.
¡Atrévete a bajar por
las respuestas!
Voz gota y fuego
dicen que soy
la voz la
gota y el fuego
voz que libera
la gota de sudor
dislocada
por el fuego
voz en su enigma que
perturba el espacio
por donde brotan las
palabras
gota que permite a la
existencia asomarse
para que otros la
vean en lo escrito
fuego que escandaliza
al silencio
para retumbar voces
dormidas
en letras sin tinta
voz torturada cuyo
grito se escucha
por siglos con rostro
de hombre
gota de amargura que
fenece tras caer
en fango ceniza arena
de milenios
fuego de otra Gran
Explosión
que aún no dispone a
descubrirse
acaso
la voz la gota y el fuego
del rostro de
cuyos nombres pertenecen a otro
el nuevo hombre
se levanta del mar.
Tomado del libro: México Hoy, editorial la Zonámbula