miércoles, 13 de marzo de 2024

El final de nuestro tiempo - Laura Hernández Muñoz

 

El final de nuestro tiempo

Laura Hernández Muñoz





La muerte, en fin, llenó de cuerpos muertos/ todos los

templos santos de los dioses / y estaban de cadáveres

sembrados. / Todos los edificios de deidades/ los hicieron

 posadas de finados / importaba poco / la religión

ya entonces y los dioses/ porque el dolor presente era

excesivo./ Y se olvidó este pueblo en sus entierros/ de

aquellas ceremonias tan antiguas/ que en sacros funerales

se observaban.

 

Tito Lucrecio Caro

 

Invisible presagio llegó del oriente,

jinete apocalíptico cabalgando en el viento

filtra su mortal presencia por los sentidos.

El tacto y olfato, inocentes portadores

introducen, cual caballo de Troya, al enemigo.

El ser humano perplejo se atrinchera,

el espacio exterior, es territorio enemigo.

Los libros, la música y videos,

se vuelven compañeros.

Son la única puerta para escapar del encierro.

Tucídides, Boccaccio, Defoe,

Poe, Mann y Camus,

son leídos con morbosa intención:

encontrar en la historia de otras plagas

los exterminios sufridos por la humanidad.

¿Será posible que un virus nos ponga de rodillas?

La invisibilidad es su fortaleza,

el desconocimiento, nuestra debilidad.

Mascarillas, caretas, trajes, guantes,

astronautas en tierra yendo a trabajar.

El contagio, asesino silencioso

penetra por las puertas del cuerpo.

En pocos días asesta el golpe:

dolor de cabeza, fiebre y asfixia.

Los pulmones se inflaman, respirar cuesta,

la tos seca hiere a la garganta.

El olfato y el gusto son secuestrados,

un cansancio sin saber de dónde viene

paraliza al cuerpo deprimido.

Rojo color pinta a los ojos

que lloran lágrimas ardientes,

y palidecen los dedos de pies y manos

figurando la presencia de la muerte.

La voz de Edipo se escucha:

¡Odiosa epidemia, bajo cuyos efectos

está despoblada la morada Cadmea,

mientras el negro Hades se enriquece

entre suspiros y lamentos!

Siglo V, siglo XXI, nada cambia.

La raza humana desvalida y frágil

mira por las ventanas buscando esperanza

el tiempo de encierro se alarga,

la libertad solo será un recuerdo

de cuando podíamos salir a todas partes,

saludar con besos y abrazos,

viajar sin restricciones ni cuidados.

Ante la pandemia que vivimos

nos atrevemos a preguntar:

¿de dónde salió este virus

que tanto daño nos causa?

La respuesta se esconde

tras las paredes de laboratorios

donde la ambición de poder

ha convertido a la humanidad

en conejillos de indias.

El final de la vida,

lo estamos escribiendo.


Poesía Publicada en Periplos Literarios 2


Laura Hernández Muñoz. México. Poeta, historiadora, en sayista, dramaturga y narradora. Ha publicado 22 libros entre los que destacan los poemarios: Navegantes y syrenas.com,Fénix, Donde la nostalgia inventa los recuerdos, y Adviento, (traducido al francés). Novelas: Cristeros, y La visitante delos espejos. Su obra ha sido publicada en numerosas revistas y antologías internacionales. Medalla de oro en el certamen de poesía Mahatma Ghandi, en Chennai India. Su obra poética ha sido traducida al inglés, italiano, francés, japonés, farsi, griego, rumano, polaco, eslovaco y árabe.